domingo, 15 de enero de 2012

A LA CATEDRAL DE CÁDIZ

En Cádiz, Tacita de Plata,
aguanta firme, catedral.
Eres su hercúleo pedestal
cuando el levante se desata.

De piedra con sal amarga eres
bajo el prado limpio del cielo,
tocada con diáfano velo
que cobija a lindas mujeres.

Mirando a Plaza de las Flores
envejecen piedras robustas,
y por callejuelas vetustas
te asisten marinos olores.

De San Sebastián te escudriña
prendándose de ti, amorosa,
la Caleta larga y ociosa,
brazo del barrio de la Viña.

Y tu cúpula, tu áurea bola,
en el agua azul cabrillea,
con el sol, valiente, pelea
por ser corazón de la ola.

¡No te duermas, no te amodorres!
Las sirenas, al murmurar,
seguirán alborotando el mar
para morder el viento tus torres.

© Antonio Macías Luna
Castilblanco (España), 15/12/1998

(Poema definitivo. El borrador fue publicado en Poesía para todos (OMNIBUS LITTERAE) el 8 de noviembre de 2009, a las 17:35 horas)