lunes, 16 de enero de 2012

LOS TRENES DE LA ANGUSTIA

¿Quién podría bajarse de un convoy
que parte y no regresa?
¿Quién podría encontrar un apeadero
que rompe el esternón?

Qué difícil parar
los trenes de la angustia,
que usan la fuerza del vapor
para cauterizar operaciones
quirúrgicas en vano,
para cerrar suturas que no cosen.

“Avanzo y retrocedo. Avanzo y retrocedo”,
nos anuncian las bielas de la máquina.
Su caldera de llanto y de dolor
arde en la terminal del corazón.

Antonio Macías Luna
Lautaro (Chile)