Mi vuelo hoy es rápido y rasante.
Me gusta, me entretengo en observar
las calles y avenidas de ciudades,
canales que vacían en la mar.
Sus redes hacen como que se van
y se enredan perdidas entre fauces;
en nubes de corales relucientes,
eclipses del tiempo y navegantes.
Multicolores vehículos profanan
asfaltos muertos, hilos retorcidos;
venas cruzando brazos de hormigón
van y regresan al mismo sitio.
Mis alas no me obedecían antes
sin fuerzas, agitándose cansadas,
para caer de nuevo entre los nidos
de adelfas, en las márgenes y charcas.
Y al horizonte sigo con mi viaje.
El océano deja de ser mancha
azul y se convierte en un mosaico,
en tejados con canaletas blancas.
Mi vuelo es incansable y embravecido.
Mis ojos se aguan devorando pistas
sobre las desgarradas telarañas
que forman las callejas de la vida.
Antonio Macías Luna
Lautaro (Chile)