Mi verso es desvarío y fantasía,
también necesidad;
conducir por la más idónea vía
desde mi lírica locuacidad.
Me encuentro a gusto. Siéntome a placer
entre paredes de glacial abrigo,
con el probo quehacer
de festejarlas con el verso amigo.
Cáceres es fontana inagotable
de inspiración para el quehacer poético,
que con tenacidad irrefrenable
se arraiga en puro sentimiento ascético.
De los templos sensibles campanadas
me acunan los oídos,
los bañan con mareas redobladas
de llorosos tañidos.
Muros de honra sin par, indestructibles,
defienden con bravura unos bastiones
del tiempo al que encaran
sin fosos ni lanzones.
Antonio Macías Luna
Cáceres (España)