Entre eriales, por campos rompe brecha
un estilete antes que lo acaricie
un tempranero sol, cuando se inicie
la alborada con luz de floja mecha.
La carretera zigzaguea estrecha,
pinta de azogue la espacial planicie;
se estira su alargada superficie
bajo el verano, lánguida y maltrecha.
En constante arrastrar por el asfalto
la serpiente de brea se retuerce.
Por vericueto en tremulante salto
la carretera busca un amplio tul,
empuje de aguerrida lanza ejerce
el gris ariete contra el cielo azul.
Antonio Macías Luna
Castilblanco, 18 de enero de 2000